
En 1850 Matías Lopez dispone de 6000 reales de ahorro que había acumulado durante los 9 años en los que trabajó como empleado por medio de un ascético estilo de vida. En 1851, con 26 años de edad, se establece por su cuenta en un pequeño molino de chocolate en la calle Jacometrezzo, comprado con sus ahorros y adquirido a precio de ocasión. En este momento es cuando su aprendizaje como chocolatero, sus dotes comerciales y su carácter laborioso y austero cristalizan para dar paso a sus logros industriales. En el año 1853 Chocolates Matías López ha empezado a funcionar y él está en condiciones económicas de contraer matrimonio con la hija de D. Felipe Santiago Andrés y Doña Julia Sánchez: una jovencita de 18 años que vive bajo la protección de una familia modesta y se hace llamar Andrea. Ella vivía en la Calle Jacometrezzo esquina a Oliva, muy próxima por tanto al lugar donde trabajaba Matías. Por aquel entonces él tiene 28 años de edad y un patrimonio que se estimaba en 20.000 reales .
No hay comentarios:
Publicar un comentario